lunes, 25 de octubre de 2010

Con el corazón encendido.


 En la antigua Basílica de Guadalupe –hoy Templo Expiatorio de Cristo Rey– Mons. Francisco Ugarte presidió una misa solemne en honor a san Josemaría. Después bendijo una placa para conmemorar la peregrinación del Fundador del Opus Dei a ese santuario en 1970.







El Templo lució radiante durante la celebración de la misa en honor de san Josemaría Escrivá, con ocasión del 8° aniversario de su canonización.

Entre los sacerdotes que concelebraron con Mons. Ugarte Corcuera, Vicario del Opus Dei para México, figuraron el P. José Ortiz Montes, Secretario Particular del Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, así como Mons. Pedro Agustín Rivera Díaz, Rector del Templo Expiatorio a Cristo Rey.

Los fieles que colmaron las tres naves de la antigua Basílica, dieron a la ceremonia un ambiente de profundo agradecimiento a la Virgen de Guadalupe y de remembranza entrañable de la visita suplicante que san Josemaría hizo a la Morenita del Tepeyac hace 40 años.

En su homilía, Mons. Ugarte recordó algunas de las palabras que san Josemaría dirigió a la Virgen en aquel entonces, recabadas en los apuntes que tomó Mons. Javier Echevarría, actual Prelado del Opus Dei, quien le acompañó durante aquella novena junto con Mons. Álvaro del Portillo y Mons. Pedro Casciaro –ambos ya en el Cielo–, el Lic. Alberto Pacheco, hoy sacerdote y concelebrante de la misa, y el Ing. Adrián Galván.




De la oración de san Josemaría, Mons. Ugarte recordó, entre otras, las siguientes palabras:

"Venimos a pedirte por la Iglesia, por el Papa, por la Jerarquía, por la Obra, por toda la humanidad. Venimos a pedirte por tantos varones y mujeres de la Obra, que gastan su vida ordinaria, ¡tan dichosos!, sin cambiar de estado, en este servicio estupendo al Señor.

"Estamos aquí, en representación de tantos miles de almas, y hemos venido a pedir: a pedir como un niño pequeño que está persuadido de que tienen que escucharle. Pedimos como un niño pequeño, como una familia pequeña –y quiero que la Obra sea siempre así: una pequeña familia muy unida–, y te pedimos exigiendo, sirviéndonos de la intercesión de tu Madre, sabiendo que tienes que escucharnos.

"No queremos nada para nosotros. Nos interesa y nos importa exclusivamente la Gloria de tu Hijo. Acudimos a Ti, para que intercedas como Medianera de todas las gracias. Yo no quiero la Obra, si no es para servir siempre y en todo a la Iglesia Santa, porque es esto lo que quiere Dios de su Opus Dei". 







 Como símbolo de agradecimiento y devoción

Después de la misa, el Ing. Galván develó la placa conmemorativa que enseguida bendijo Mons. Ugarte en una breve y emotiva ceremonia. El padre Pacheco leyó el texto inscrito en la placa, que servirá de perenne agradecimiento a la Virgen de Guadalupe:

“San Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (España) el 9 de enero de 1902. Fundó el Opus Dei el 2 de octubre de 1928, para promover la santidad en medio del mundo, entre personas de todos los ambientes. El 26 de junio de 1975 falleció en Roma, después de haber mirado con inmenso cariño una imagen de la Virgen de Guadalupe, que presidía su despacho de trabajo. El papa Juan Pablo II lo canonizó el 6 de octubre de 2002.

“Del 16 al 24 de mayo de 1970, por la puerta del torreón de este recinto, san Josemaría subió a la tribuna que había entonces, para rezar ante la sagrada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, durante varias horas cada día, pidiendo por la Iglesia, por nuestra patria y por todo el mundo. México, 6 de octubre de 2010”.




Al finalizar, los asistentes pasaron a mirar la placa, muchos la besaban devotamente y otros rezaban a san Josemaría que, desde su rostro plasmado en bronce, parecía devolverles la mirada con su característica sonrisa.


Imagenes de San Josemaría Escrivá de Balaguer.