Al felicitar a Rivera Carrera expresaron que: “con cariño, afecto, respeto y adhesión a nuestro pastor, rogamos al Señor que le conserve y ampare, con piedad y bondad, para que todos sus esfuerzos al presidir esta Iglesia de México se encuentren llenos de bendiciones”.
Con motivo del aniversario, se reproduce una entrevista con el purpurado, quien relata antes de partir a Roma para participar del Consistorio convocado por el papa Benedicto XVI, cómo vivió su ordenamiento episcopal.
Externó que “en ese momento recibí la noticia con gran asombro y con gran miedo. Porque no me esperaba eso, ya que yo había decidido que mi vocación era ser maestro y enseñar en el seminario y en la Universidad Pontificia”.
“Creía que mi vida tomaría un rumbo muy distinto y eso de ser obispo me sonó raro…, yo pensé: “no”.
“Cuando el delegado apostólico me llamó para darme la noticia, le dije: ‘Oiga, yo creo que no soy para esto, no porque crea que no pueda desempeñarlo, sino porque el Señor me llama por otro lado, para contribuir de otra manera, estoy en la universidad, medio tiempo como docente y medio tiempo como investigador, pues ahí me siento muy a gusto”, recordó Rivera Carrera.
“Pero no se trata de estar a gusto”, le respondió el delegado cuando el papa lo nombró obispo de Tehuacán.
“En ese caso, espéreme. Déjeme pensarlo”, pidió Norberto Rivera.
Finalmente, cedió: “dígale que acepto, con mucho gusto”.
