Al iniciar su discurso, el Presidente afirmó que la Basílica de Guadalupe, además de ser el santuario católico más importante de México y todo el continente americano, es un punto de referencia cultural para los mexicanos. La Basílica, dijo, “es lugar de integración social y afianzamiento de nuestra identidad nacional”.
Destino obligado de quienes visitan la Ciudad de México, La Villa es visitada cada año por más de 20 millones de visitantes nacionales y extranjeros, de ahí la trascendencia de la obra que se materializa con la Plaza Mariana. También el Presidente señaló que la obra además de embellecer y dignificar el entorno del centro religioso, garantiza que peregrinos y visitantes transiten libremente en espacios amplios y seguros. Se calcula que, tan sólo en los días cercanos al 12 de diciembre, alrededor de 9 millones de personas acuden al recinto en su festividad más importante.
Antes de finalizar, el Presidente Calderón aseguró que la libertad de creencias en México es una conquista de la sociedad mexicana que el Gobierno Federal respeta sin cortapisas y que no tiene vuelta atrás.
