domingo, 4 de octubre de 2009

Devoción de San Josemaría Escrivá de Balaguer a la Virgen del Pilar.




San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albas

Fiel devoto de la Santísima Virgen del Pilar

A los pies de la Virgen del Pilar



Durante sus años de seminarista y estudiante de Derecho en Zaragoza (España), San Josemaría acudió todos los días a la Santa Capilla de la Virgen del Pilar, que celebra su fiesta el 12 de octubre.

Pasaba largos ratos de oración junto al Sagrario en la capilla del Seminario. A veces, durante toda la noche. “Un día –contaba— pude quedarme en la iglesia después de cerradas las puertas. Me dirigí hacia la Virgen, con la complicidad de uno de aquellos buenos sacerdotes ya difunto, subí las pocas escaleras que tan bien conocen los infanticos y, acercándome, besé la imagen de nuestra Madre. Sabía que no era esa la costumbre, que besar el manto se permitía exclusivamente a los niños y a las autoridades (...). Sin embargo, estaba y estoy seguro de que a mi Madre del Pilar le dio alegría que me saltara por una vez los usos establecidos en su catedral”.

Y yo, medio ciego, siempre esperando el porqué. ¿Por qué me hago sacerdote? El Señor quiere algo; ¿qué es? Y con un latín de baja latinidad, cogiendo las palabras del ciego de Jericó, repetía: Domine, ut videam! Ut sit! Ut sit! Que sea eso que Tú quieres y que yo ignoro.Domina, ut sit!”.

Señora, que sea eso.

En el manto se han bordado las palabras grabadas por San Josemaría en la base de una reproducción de tu imagen del Pilar, el 24 de mayo de 1924. Domina, ut sit! Señora, que sea eso... que tú quieres

¡Virgen Santísima del Pilar,

ruega por el Papa y los Obispos, por los sacerdotes y por todos los cristianos,

para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén!